|
Trapense francés de Sept-Fonts de serena, profunda y divulgada espiritualidad, que supo conjugar el espíritu del contemplativo con el celo del luchador.
En 1895 adquirió y restauró los restos de la célebre abadía de Citeaux. Defendió la existencia de los cistercienses y de los monjes contemplativos ante las leyes persecutorias de comienzos del siglo en Francia. Fue famosa su defensa ante el ministro liberal Clemanceau.
Algunos de sus escritos fueron claves en la espiritualidad de todo el siglo XX. Los más significativos: "El alma de todo apostolado", "San Bernardo y la fundación de los cistercienses trapenses", "El alma cistercienses", se tradujeron a muchos idiomas. Se reputación de hombre serio y de doctrina sólida fue grande, siendo un conocido maestro espiritual.
|
|
|
|
|